Diversos sindicatos de trabajadores de la empresa minera Southern Perú llegaron a Lima para pedir la intervención de las autoridades debido a que llevan más de 15 días sin agua debido al bloqueo de la comunidad campesina de Tumilaca, Pocata, Coscore y Tala.
Se trata del Sindicato Unificado de Trabajadores de Southern Perú; Sindicato de Trabajadores de Toquepala y Anexos; Sindicato Amplio de Trabajadores de Toquepala; y del Sindicato Único de Trabajadores de Cuajone y Anexos.
El campamento de Cuajone, ubicado en la región Moquegua, alberga a los trabajadores y a sus familias y cuenta con hospitales y escuelas que garantizan el desenvolvimiento de las normales actividades de los habitantes del campamento. Sin embargo, la comunidad campesina cortó el suministro de agua debido a un conflicto con la minera. Sostienen que Southern Perú debe pagarles US$ 5 mil millones por haber usado sus terrenos.

De acuerdo con la declaración que dio el presidente de la empresa, Óscar Gonzáles Rocha, Southern cuenta con una concesión del Ministerio de Energía y Minas, no obstante, la comunidad sigue en pie con sus reclamos.
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Los representantes de los trabajadores han intentado comunicarse con el Minem, el Ministerio de Trabajo, el premier Aníbal Torres, el despacho de la congresista Sigrid Bazán (Juntos por el Perú) e incluso con el secretario presidencial encargado Beder Camacho, sin embargo, al cierre de esta nota, no fueron atendidos.
Los testimonios apuntan a que, no solo han sido privados de agua por las comunidades, sino que también fueron bloqueadas las principales vías de comunicación con el campamento, por lo que no pueden abastecerse del agua que necesitan para poder subsistir que llegaba a través de camiones sisterna.
Incluso, las comunidades habrían cometido actos de violencia contra el campamento a fin de cometer actos de vandalismo. También se denuncia que miembros de la comunidad campesina incendiaron una línea férrea hace aproximadamente 17 días.
Los trabajadores temen por su seguridad y la de sus familias y se encuentran indignados por la indiferencia de las autoridades.