Lisette Alemán Castro, 53 años, trabajó durante 30 años como enfermera en diversas áreas de un hospital pero se especializó en el área quirúrgica e intensivista especializada en cuidados coronarios. Fue durante esos años que un jefe le cuestionó su pasión y por eso que decidió renunciar.
Hace unos años el diagnosticaron cáncer y después lupus. Después de esa experiencia y habiendo estado a lado de pacientes al borde de la muerta, ella asegura que “el problema no es morir sino aprender a vivir”.
Es por eso que ahora ella se dedica a la sanación holística. Trabaja de manera independiente y entre las herramientas que utiliza están el coaching ontológico y la astrología
Lisette ha viajado por el mundo enseñando a las personas a mejorar su calidad de vida por medio del arte y ayudar a otras personas a alcanzar sus sueños, “como lo hago conmigo”.
Lisette Alemán es venezolana y desde que salió de Venezuela ha vivido en Pereira “porque era cerca”, luego con gran curiosidad vino a Lima. Vivió un tiempo en Arequipa y cuando vio que la situación política estaba complicada se mudó a Medellín y ahora está radicada en Bogotá.