Han transcurrido 28 días desde que el corredor minero permanece bloqueado en el distrito de Condorama, provincia de Espinar en la región Cusco, lugar estratégico que impide el tránsito de camiones con productos minerales de las compañías mineras de Antapaccay, Hudbay y Las Bambas, afectando a 2.6 millones de peruanos de las regiones mineras del sur que se benefician con dicha actividad.
Como se sabe el corredor minero del sur atraviesa 37 comunidades campesinas quechuas, 12 de ellas ubicadas en la provincia de Cotabambas (Apurímac), 24 en Chumbivilcas y Espinar (Cusco) y una en Caylloma (Arequipa), en sus casi 400 kilómetros de largo, siendo clave para algunas de las minas de cobre más importantes del mundo como son Antapaccay, Hudbay y Las Bambas.
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La afectación en la economía es grave, considerando que somos el segundo país en el mundo en producción de cobre, solo por detrás de Chile. Es tal la importancia de este mineral que la producción de cobre generada en estas zonas representa el 30% del total de las exportaciones del país.
Según el estudio “Beneficios generados por la minería en el sur del Perú” elaborado en 2021 por el Centro para la Competitividad y el Desarrollo (CCD) en alianza con el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), estos 2.6 millones de peruanos se tratan de 74 mil trabajadores directos de la minería, 593 mil indirectos y el resto son familiares dependientes de estos trabajadores.
El estudio señala que representan al 52% de la población de las regiones que conforman el corredor minero (Arequipa, Apurímac, Cusco, Moquegua, Tacna y Puno) y que la industria minera en estas regiones representa un 40% de su economía, hoy fuertemente afectada por los bloqueos.